Grupos Criminales Organizados

Victimología

lunes, 6 de agosto de 2018

Reducción de la Violencia, Victimización y el desempeño legislativo


En materia de Victimología no debemos limitarnos únicamente a aquellos factores directos que afecten en la victimización, también debemos prestar atención a aquellos que influyan de forma indirecta en la vida cotidiana de las personas con el fin de evitar que sufran perjuicios provenientes de hechos de los cuales en muchos casos no se encuentran consientes. Es por esto que las autoridades deben prestar especial atención al tema de las reformas de ley y las nuevas introducciones de delitos en el Código Penal, la gestión de nuevas leyes y la incapacidad de hacerlas valer en no pocas ocasiones, evitar que se conviertan en un simple pedazo de papel con tinta.

Hace no mucho tiempo, leí en un documento para el curso de Género, Niñez, Juventud y Criminalidad, que la mejor medida para evitar la delincuencia es la educación, y vaya que estoy de acuerdo con esto, una población educada es un pueblo con un futuro adquisitivo favorable, los estudios le ayudarán a lograr obtener una estabilidad económica y con ello una vida digna para él mismo y sus iguales, la educación comienza en los hogares, pero a temprana edad es la institucionalidad pública la que acapara gran tiempo de los jóvenes en las aulas de los centros de enseñanza públicos del país.

Sin embargo, recientes estudios demuestran que la calidad educativa de la institucionalidad publica es deficiente, de los jóvenes que ingresan a séptimo año de colegio, más de la mitad abandona las aulas y no llegan a concluir quinto año en el periodo establecido, esto sin siquiera empezar a evaluar la calidad de la educación primaria, por otro lado docentes que en no pocas ocasiones incumplen sus deberes o no están capacitados para impartir los cursos ya que desconocen la materia, y si nos ponemos a analizar la calidad de las infraestructura educativa en muchos de los centros rurales del país, nos damos cuenta de quienes son víctimas, los niños y los jóvenes.

Nos encontramos situaciones precarias en pueblos alejados, altas tasas de deserción estudiantil, y la trasgresión de un derecho de los jóvenes, una educación gratuita y costeada por el Estado. Lamentablemente no se cumple la gratuidad de la educación y menos la obligatoriedad, sin embargo nos encontramos con un sistema educativo mediocre que no tiene la atención de las clases políticas.
Nos encontramos con una realidad en la que las cárceles del país están repletas de personas jóvenes, de escasos recursos procedentes de sectores olvidados y que vienen de familias donde el núcleo familiar ha sido inestable, personas con niveles de escolaridad bajos, que en su mayoría no ha terminado ni la escuela, evidentemente existe un problema, en especial si analizamos que las reformas de ley de la última década solamente han aumentado la severidad de las penas.

Con respecto a esta realidad, Chacón (2011) expone:

La improvisación a la hora de hacer reformas legales, la falta de un enfoque sobre la criminalidad que tome en cuenta las situaciones de riesgo social y el papel provocativo y populista de algunas figuras políticas, son algunos de los elementos que inciden en las deficiencias del Estado costarricense a la hora de enfrentar el problema de la seguridad ciudadana. (…)Mientras tanto, la jueza Rosaura Chinchilla presentó cuadros de análisis para mostrar una paridad entre el aumento de los casos de homicidios y crímenes contra la vida, y el aumento de la desigualdad social, con datos tomados del XV Informe del Estado de la Nación. Así, Chinchilla denunció que -desde su promulgación en 1973-, al Código Penal se le han hecho 55 reformas, en algunos casos sobre los mismos artículos, en lo que llamó un “manoseo normativo”. Detalló que para julio del 2010 hacían fila 73 proyectos de reforma al Código Penal para aumentar las penas, “pero lo pertinente a los delitos de cuello blanco no ha sido tocado, sólo una o dos veces por cuestiones semánticas”. Criticó que “las políticas a nivel normativo se venden con un discurso de mentiras”, pues “hoy en día sustraer una hoja de papel sin violencia puede ser un hurto castigable con dos a tres años de prisión, mientras que se oculta el aumento de la desigualdad social”. Los analistas coincidieron en que ese “manoseo” normativo e iniciativas populistas inciden en el problema del hacinamiento carcelario. En este sentido, al consultor Guillermo Arroyo le “asusta” la idea de que se busque resolver todos los problemas con prisión, ya que “no entendemos que el encarcelamiento es el castigo más fuerte”. Arroyo calificó como “una realidad de la exclusión”, el hecho de que la mayoría de presos provienen de sectores pobres. “La gente se preocupa porque hoy hay 12.000 personas recluidas en el sistema penitenciario, pero vienen muchos miles más, porque nadie atiende los problemas sociales”, acotó. Por su parte, Sánchez reprochó que en materia penitenciaria hay una “ausencia de orden y políticas coherentes” y no descartó que por ello ocurran hechos como el reciente motín del 11 en La Reforma, que sería “una expresión de las condiciones de hacinamiento y degradación que responden a la línea que se ha seguido”. En su opinión, la solución carcelaria incide en un “aumento considerable” de la prisión preventiva como respuesta del Estado a la presión mediática, la cual “no sólo influye en diputados sino en la conciencia de los jueces y en un retroceso en el respeto a las garantías individuales”.

Sin embargo, más de un lustro después, nos encontramos con que el Segundo Informe del Estado de la Justicia, muestra que las mejoras respecto al tema no han variado, mientras que si en 2011 se hablaba de un incremento de la violencia, en el 2018, tenemos una situación irregular, que ya califica como pandemia según la Organización Mundial de la Salud, pues sobrepasamos la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes que se puede considerar “normal”.

Las autoridades legislativas deben hacer un esfuerzo por abordar el tema de la criminalidad sin vistas populistas, pues es una urgencia, antes de que la situación llegue a los límites alcanzados en otros países de la región latinoamericana.

Bibliografía:


Chacón, V. (2011). Política criminal en Costa Rica es “perversa”. Agosto 06, 2018, de Seminario Universidad Sitio web: https://semanariouniversidad.com/pais/poltica-criminal-en-costa-rica-es-perversa/

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